sábado, 28 de febrero de 2015

Potencial uso de rapés chamánicos

Sin duda, el material para rapé más importante en la América precolombina fue el tabaco. Se conocen al menos dos especies de tabaco (posiblemente existan muchas más) que han sido usadas como narcóticos. Esas dos especies son Nicotiana tabacum y N. rustica. Nicotiana Tabacum, de donde viene la mayor parte del tabaco que es fumado, esnifado, y mascado actualmente, lo fue así también en la Sudamérica precolombina, Centroamérica y el Caribe.
 Originalmente especies tropicales, han sido cultivadas desde hace tanto tiempo que no son conocidas en su verdadero estado salvaje. Nicotiana  rustica, nativa de Norteamérica, donde aún crece salvaje en algunas localidades, es una especie que se cree tiene sus orígenes en México. Es esta especie la que fue fumada y probablemente también esnifada por indígenas de México y Norteamérica, antes de la llegada de Europeos.
Los europeos introdujeron a América la especie Nicotiana Tabacum desde el Viejo Mundo, mucho después de La Conquista, y hasta su introducción, fue aparentemente desconocida en la mayor parte del territorio americano que incluye a Estados Unidos y Canadá.

Aunque existen evidencias indirectas de que el tabaco pudo haberse consumido inhalado por la nariz en México y algunas partes de Norteamérica, no hay ninguna duda de que este fue el método más utilizado en Sudamérica, especialmente en las húmedas áreas tropicales, como el valle del Amazonas. Muchas observaciones testifican este hecho que parece no haber ninguna necesidad de discusión. Garcilaso de la Vega, reportó que los Incas no cultivaron tabaco pero utilizaron muchas variedades nativas de los Andes, utilizaban raíces que eran pulverizadas y utilizadas de manera medicinal como rapés.  El tabaco como rapé –ya sea la fuente del rapé Nicotiana Tabacum o alguna otra especie- parece haber sido usado generalmente en solitario, aunque hay reportes de usos ocasionales donde es mezclado con Anadenanthera. Entre las tribus del Río Guaporé en Brasil, el rapé de tabaco se mezclaba con “hojas trituradas de angíco [angíco se refiere a leguminosas, especialmente Anadenanthera] y cenizas de alguna corteza”. Durante mis años de  trabajo de campo entre los indígenas del noroeste del Amazonas, presencié la preparación de rapés en muchas ocasiones y también consumí tabaco en forma de rapé en lugar de fumarlo. La especie usada fue Nicotiana Tabacum, y solo en dos excepciones, nunca la vi mezclada con ninguna otra planta en el rapé –además de cenizas. Las dos excepciones fueron con los Witotos del Río Igaraparaná y los Yukunas del Río Miritiparaná de Colombia, quienes mezclaban el tabaco con coca molida (Erythroxylum coca). Creo que las cenizas (usualmente de la corteza de Theobroma o de las hojas de Cecropia) sirven principalmente para evitar que el tabaco finamente molido no absorba humedad.  Uno de los rapés más enigmáticos y más interesantes de Sudamérica es el yopo o nopo, preparado de las semillas de Anadenanthera peregrina. Durante su historia botánica, esta planta fue puesta anteriormente en los géneros Acacia y Mimosa. Y es quizás más conocida bajo el binomial de Piptadenia peregrina, pero estudios recientes han indicado que es más apropiadamente relacionada entre las Anadenanthera.  Anadenanthera peregrina no solo ha sido utilizada en Sudamérica, también en las Antillas.

Los rapés de tabaco estaban bien establecidos en el Caribe mucho antes de la llegada de los europeos y cuando llegaron, el rapé visionario de Anadenanthera no causó curiosidad intelectual entre los primeros escritores que asumieron que la cohoba (como era llamado) era solamente otro rapé de tabaco. Fue el botánico americano Safford quien fue el primero en identificar correctamente la cohoba del Caribe como la misma fuente del yopo de Venezuela y Colombia.
 Existen un buen número de reportes sobre los rapés preparados con varios árboles de leguminosas utilizados en el Amazonas, y fue Bentham quien “llegó a la conclusión de que todos los arboles Sudamericanos utilizados como fuente principal del rapé narcótico, pertenecían a una sola especie y eran idénticos a la Mimosa peregrina de Linnaeus, quien fue el primero que la describió en 1737 a partir de un espécimen cultivado en el Jardín Botánico Clifford de Holanda.” Parece que una de las generalizaciones erróneas más extraordinarias –que  todos los rapés narcóticos que no eran de tabaco, estaban preparados con Anadenanthera peregrina- en la etnobotánica ha surgido a partir de las conclusiones de Benthem. Esta generalización, por supuesto, no ha estado exenta de producir influencias, a juzgar por la confusión y falta de claridad de muchos de los primeros reportes sobre el rapé y los narcóticos fumados.

Traduccion De Ethnopharmacologic search for psychoactive drugs, 1967. Por Richard Evans Schultes.



El Rapé oTabaco Sagrado tiene una potencia medicinal que se conecta con el poder de la Creación de Dios. Entonces, se debe utilizar con respeto. Nunca se debe mezclar con alcohol, e incluso utilizarlo en cualquier lugar.

Rapé o Tabaco Sagrado es una combinación de polvo de tabaco puro o mapacho, de ceniza de ceremonia sagrada, y puede ser mezcla con plantas medicinas según el problema

lunes, 16 de febrero de 2015

Khat

Se le llama khat a las hojas de Catha Edulis que se han usado de forma masticatoria durante muchos años en Yemen, Kenia, Etiopía y otras partes de África.  Los habitantes de estas ciudades han utilizado el khat de la misma forma que indígenas sudamericanos han utilizado la hoja de coca. La Catha Edulis es un arbusto o árbol pequeño que ha sido cultivado durante siglos, siendo su hábitat de origen la región de Etiopia.
Como con la hoja de coca, muchas de las tradiciones acerca del khat han sido transmitidas oralmente desde tiempos remotos, según una de mucha historias, dice una leyenda que dos santos solían pasar toda la noche orando y a menudo se adormilaban. Rezaban a Dios para que les mantuviera despiertos, así que se les apareció un ángel y les mostró la planta de khat, la cual les mantuvo así despiertos. La primera vez que se mencionó esta planta fue durante el reinado cristiano de Amda Syon I,  el cual reinó entre 1314 y 1344 después de Cristo.

 El khat alcanza una altura de 6 metros en altitudes de entre 1500 y 2500 metros. Requiere mucha lluvia y crece mejor en suelos ácidos y arcillosos bien drenados. Con muchos cuidados puede incluso cosecharse hasta cuatro veces en el mismo año.
Las sustancias activas principales de la Catha Edulis son la catinona y en menor proporción la catina, la catinona es la responsable directa de sus efectos estimulantes. La Catha Edulis se ha encontrado en estado salvaje en partes de Sudáfrica, Medio Oriente y Asia Central. La planta es cultivada en los mismos lugares en los cuales es usada, difícilmente es exportada pues la catinona se degrada a catina al poco tiempo después de que la planta es cortada. Pasadas las 48 horas las hojas pueden contener poco o nada del ingrediente activo más potente. Debido a esto la catinona usualmente es sintetizada  y no extraída de la planta como generalmente sucede con otros psicoactivos. Al masticarse se extrae la catinona y es absorbida por las mucosas de la boca, sin embargo no lo hace rápidamente y los efectos aparecen gradualmente.  Hay que masticar las hojas por un buen rato para sentir los efectos estimulantes. En países como Yemen y Somalia existen casas con habitaciones que son utilizadas exclusivamente para masticar khat. Un grupo de trabajo realizó un primer estudio farmacológico de la catinona para la Organización Mundial de la Salud en 1980 y encontró que los efectos de la catinona eran análogos en los animales como en los humanos consumidores de khat. Otro grupo de investigación encontró que la catinona incrementa la actividad motora de los animales de laboratorio y también causa extrema inquietud y temor cuando se inyecta en los monos.

  La catinona tiene semejanza con la anfetamina en su estructura química y también lo hace en sus efectos psicoactivos. La catinona incrementa el ratio metabólico y el consumo de oxígeno, causando hipotermia y tiene un efecto analgésico vía activación de las vías monoaminergicas que median la nocicepción. Se demostró también la tolerancia cruzada entre la d-anfetamina y la dcatinona, poseyendo ambas similares efectos estimulantes, muy parecidos también a los de la cocaína. Todos los análogos de la catinona comparten sus propiedades estimulantes. La catinona incrementa las concentraciones de dopamina, serotonina y noradrenalina, además de inhibir la reabsorción de dopamina.